Y justamente esto hacían los dos chiquillos de la Cirosa, una masía cercana, aquella noche del jueves 3 de agosto de 1458, cuando fueron bendecidos por la aparición de la Virgen. También el médico de la comarca, que acudía aquí cinco días más tarde, experimentó algo que sobrepasaba los límites naturales. Conocemos los nombres y detalles de todo esto gracias al proceso canónico instruido pocos días después de los hechos.
La noticia de lo que pasó, tan extraordinario, se divulgó rápidamente y se extendió el mensaje que la Virgen María dió a los dos hermanos pastorcillos: les invitó a volver a la parte de Dios.
La gente de los pueblos vecinos, e incluso más allá, inició, hacia este lugar, peregrinaciones que llamaban “ir al lugar del milagro” y así quedó bautizado este santuario. Consta que en breve se edificó una capilla, de la que, sin embargo, no nos queda ningún vestigio. Sí, en cambio, que tenemos la imagen de la Virgen María que fue colocada.
Como testimonio del hecho de la Aparición está la cruz conmemorativa –recuerdo de la gótica, adornada con un magnífico capitel, que colocaron entonces y fue en parte destruida en 1936– y un vivero de agua construido el año 1894 que nos recuerda la Basadoria.
El conjunto ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional el 22 de abril de 2008.
Mas información: www.santuarielmiracle.cat